jueves, 4 de septiembre de 2014

Declaración de intenciones

La primera, bueno y la última vez que escribí un blog fue en las prácticas del CAP. Si, ese curso tan maravilloso a la par que útil ( nótese la ironía), en el que te preparan para ser profesor. Sinceramente no me acuerdo ni de qué lo hice, el caso es que aprobé esa parte y nunca más volví a saber de él. Así qué sí navegando os encontráis con otro blog absurdo, fue un pecado de juventud. Ustedes sabrán disculparme.
El caso es que me he decidido a escribir este blog por una cosa que me ha pasado hoy. He llamado a una amiga de carrera y se lo he contado, porque en parte estamos todos los compañeros en el mismo barco. Pero claro, bastantes problemas tiene ya la gente para que tú encima le cargues con los tuyos. Así qué me he dicho, voy a escribirlos y así me desahogo. No me va a leer nadie pero por lo menos dejo a los amigos tranquilos que cuando de verdad necesito que estén siempre los encuentro.
Si por alguna casualidad alguien lee estas líneas, que nadie intente entender nada. Como decía ese filósofo tan querido por nuestros estudiantes de 2* de bachiller llamado Nietzsche, "es preciso tener un caos dentro de sí! para poder dar a luz una estrella fugaz".

Pues bien a partir de esta entrada, iré contando mis estrellas fugaces.